El viernes 24 se entregaron las notas y fue el día de la orla para los alumnos/as de sexto que abandonan el Colegio. A todos nos dio mucha pena, pero era una pena "alegre", porque también quería decir que ingresábamos en el Insti.
El colegio se llenó de padres, madres, alumnos y profes nerviosos.
Primero fueron las notas que, como siempre, se dieron en las aulas. La mayoría ya se sabían porque el/la profe las había comentado con nosotros, así que las sorpresas no fueron muchas.
El mismo día del acto, D. Emilio se empeñó en que teníamos que ensayar una canción para el acto. Al final, como pudo, nos reunió a todos en el aula, nos dio las letras y la ensayamos con la música de fondo dos o tres veces, que más no pudimos porque se nos hizo la hora y ya estaban los padres esperando en la puerta.
El acto en sí fue muy emocionante, aunque empezamos con mal pié porque se nos estropeó el proyector y no pudimos ver las fotos que teníamos preparadas para la ocasión.
Empezó Don Sergio leyendo un discurso de bienvenida y haciendo un poco el recorrido que todos nosotros habíamos hecho en el cole para llegar hoy hasta aquí.
Luego dos alumnos, Divaly y Sergio, leyeron sus mensajes sobre su estancia en el Colegio.
Después de cantar la canción que habíamos medio preparado, vino la entrega de las orlas. Y aquí si que se desparramaron las emociones y los nervios de todos. Poco a poco se fueron conteniendo y se restableció el protocolo del acto, que terminó con un brindis en el comedor del Cole. Fue, como digo, emocionante. Gracias a todos .
PAJARITOS
Un discurso me manda hacer Don César,
que en mi vida me he visto en tal aprieto.
Quieren que me despida de ustedes.
(si lo sé no paso a sexto).
Les aseguro que no soy poeta,
y, aunque me gusta este reto,
no sé si saldrá algo
que se pueda leer luego.
Les conozco, pajaritos,
desde que salieron del huevo.
Conozco sus ojos pillos,
sus sonrisas de niños buenos,
el trazo de sus caligrafías
y algunos de sus secretos.
Ya sé que me sacan temas
para ver si me entretengo,
si me olvido de poner tareas
y llega rápido el recreo.
Sé que a algunos les fastidia
que no falte alguna vez,
que les llame por otro nombre
o que les hable en mi inglés.
Y seguro que algunos pensarán:
¡qué “pesao” este maestro!
con las letras y las faltas
los diptongos, los acentos,
fracciones, decimales,
los números enteros…
Y es que hoy, mis pajaritos,
¿a quién le importa todo esto?
Lo que importa es que vuelen,
que encuentren los cielos abiertos,
que tengan suerte en la vida,
que sean honrados y honestos.
Y ojala que, después de un tiempo,
su nombre aparezca en “los medios”
y yo pueda decir de alguno de ustedes:
“Mira; este ministro, premio Nobel, escritor,
médico, astronauta, investigador,
artista, músico, matemático,
ingeniero, abogado, profesor….
Este, hubo un día en que fue mi alumno
y me llamó …” Maestro”.
FIN DE CURSO 2010 – 20011
Estimados padres y madres de alumnos, alumnos y profesores:
Este día, no es un día más. Hoy es un día especial. Hoy es su día. Hoy terminan lo que, de manera inconsciente empezaron hace 9 años. Entonces, cuando llegaron a este colegio, lo hicieron sin querer, sin propósito. Eran demasiado pequeños. Hoy, por el contrario, todos son conscientes del paso que para ustedes significa su marcha al Instituto, representante, un poco, de una nueva edad, distinta a la niñez.
En breve empezarán una nueva vida; amigos nuevos, profesores nuevos, nuevas asignaturas, más exigencia, más esfuerzo… y descubrirán que poco a poco se van abriendo camino, y que cuesta, y tendrán alegrías y sinsabores, pero también verán que si perseveran, todo es posible y que todo está al alcance de sus manos si le ponen la intención suficiente.
Pero hoy no es momento de mirar hacia atrás sino hacia delante, hacia ustedes, hacia su futuro.
Hemos compartido cosas; muchas más de las que ustedes creen, y no me refiero sólo al viaje de fin de curso, sino a todos los años que hemos estado juntos, aquí, día a día en este colegio que les echará de menos pero que seguirá y al que volverán, primero de visita, y dentro de años, quizás, como padres/madres que traen a matricular a sus hijos.
En definitiva, siempre que recuerden su niñez, sus primeros amigos, sus primeros éxitos, sus primeros fracasos y siempre que sientan esa mezcla de olor a madera de lápiz y plastilina, estarán volviendo a este colegio.
Muchas gracias por habernos hecho partícipes de estos años tan bonitos de sus vidas.
Emilio
Querido D. Emilio, los padres ( y también los alumnos) te damos las gracias por tan hermoso y emocionante poema, también por tu labor como profesor de nuestros hijos, por tu paciencia y por tu sentido del humor, por tantas y tantas cosas...
ResponderEliminarTú eres ese maestro que todos quisimos tener.
Un abrazo de Adrián y de sus padres.
Seguro, D. Emilio, que además de que algún día sus pajarillos serán ministros, maestros, fruteros, médicos y enfermeros, seguro, D. Emilio, que también -y lo más importante- serán buenas personas, porque usted les habrá enseñado la dirección que tendrán que seguir en su vuelo. Seguro.
ResponderEliminarhola, no se si te acuerdas de mi ? soy kaina uno de los pajaros de este poema que porcierto no habia leido hasta ahora pero que sepa que me encanto me parese precioso :)
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